sábado, 20 de julio de 2013

¿Será que me carcome una nostalgia inconmesurablemente pelotuda, o que realmente pienso que podés llegar a leer lo que escribo por acá?
Yo te leo, cada tanto, cuando me dan ganas de saber de tu vida, y entiendo que no hay forma de poder volver a contactarte. También entiendo que me pasó lo mismo que a vos, nos sacamos un peso de encima, no nos bancábamos, nos fastidiaba hablar con la otra, nos dolía, nos hacía mal. 
Seguramente sepas que a mi me costó y me dolió mucho más, no por querer hacerme la víctima, sino porque vos siempre fuiste mejor para cortar por lo sano, siempre fuiste más fuerte y seguramente lo seguís siendo. Te defraudé, lo sé, pero convengamos que tenía 19 años, eran mis formas y los recursos que tenía en ese entonces. Ni idea que será de tu vida (más de lo que puedo leer, porque te sigo siendo en blogspot a diferencia tuya), pero aveces siento el impulso de hablarte...impulso que muere a los milisegundos de recordar porque te dejé de hablar y lo que se que pensás de mi por tener esa actitud. Estoy dispuesta a tragarme el orgullo y a pedir disculpas por esa chiquilinada. 
Dudo que alguna vez llegues a leer lo que escribo, a menos que recuerdes mi usuario de blogger y te percates de que tengo un blog nuevo, pero, just in case, me la re mandé y estoy dispuesta a tener una charla más o menos adulta dentro de lo que pueden contemplar nuestros 22 años de vida.
Sí, Belu, te hablo a vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario