miércoles, 28 de noviembre de 2012

I hate seagulls, but i have a friend.

Voy a intentar (énfasis en intentar) ordenar y darle cohesión a todo lo que tengo dando vueltas en mi cabecita.
Estoy fucking ansiosa.
Pero de la misma forma que podemos encontrar monopolios buenos y malos, podemos clasificar el estado de ansiedad; por primera vez, la encuentro agradable.
Hace un mes me liberé. Hace un mes me cortaron las sogas, pero se me quedaron mirando, casi esperando que vuelva a atarme solita. Eso no sucedió. Afortunadamente estoy aprendiendo a transitar la soltería como algo placentero.
Alguien se las juega de amigo, maestro y algunas veces de algo más... Y ese alguien me comprende, como ya dije, mejor que nadie. A ese alguien le pertenezco, a pesar de todo.
Sos realmente increíble.
Te dejo parado entre la paradoja de pertenecerte y merodear brazos ajenos, ni siquiera lo encontrás contradictorio. Más aún, asistís mis brotes de histeria tratando de dejarme ver que mientras uno me ignora, el otro está esperando invitarme a salir...quizás por que en el fondo, sabés que nada de eso importa.
No podría encontrar jamás palabras para agradecerte y tengo la sensación de que me falta explayar algo que todavía no entiendo como sentir.
(No, no es lo que pensás, me hubiese dado cuenta :P)

You see everything, you see every part 
You see all my light and you love my dark 
You dig everything of which I'm ashamed 
There's not anything to which you can’t relate 
And you’re still here 



martes, 20 de noviembre de 2012

I hate seagulls

Iba a abrir con un tema de Kate Nash, pero me pareció que le quitaba personalidad al asunto.
Bueno, en primer lugar, la cuestión es que caí en la necesidad de abrir un nuevo blog, no importa demasiado el por que; pero sí entender que este tipo de entradas no pueden ser leídas por alguien que merodeaba mi antiguo blog (más que cualquier otra persona)... en fin.
Uso demasiadas comas y también uso como el orto los signos de puntuación, pero al menos lo reconozco.
Hoy voy a narrar un breve resumen de una historia que habrá comenzado hace un par de años, ni idea cuantos, no jodan, es irrelevante.

Federico Agustin Strano Dziewiecki...
Ese nombre apareció entre mis contactos de facebook, amigo de algún amigo, comentando cosas que no me importaban y ocupando lugares a los que no pertenecía, de alguna forma me las arreglé.
Pispeaba, ojeaba, stalkeaba...¡Qué lindo chico!, pensaba cada vez que entraba a mirar las pocas fotos públicas que encontraba. No solo me parecías precioso, si no que me gustaba la forma en que te mostrabas, tu estilo y lo que dejabas ver de vos. Entonces empecé a leer lo que comentabas, y fue peor, coincidíamos ideológicamente en varias cuestiones fuertes. Sin embargo eso no me llevó al impulso de invitarte a ser parte de mis contactos, habían tres cuestiones que me lo impedían:
1. Tenías novia, y por lo que podía leer por arriba, era una relación estable, feliz y muy envidiable
2. Vivías en Mar del Plata (o eso creía)
3. Me dabas la impresión de ser parecido a un amigo mio, de carácter tan minsántropo que me hubiese sentido una molesta enviándote una solicitud de amistad.
No me quedó otra que dejarte en la utopía, Federico Agustín Strano Dziewiecki...
Varias veces durante el verano, coincidimos en charlas de los contactos que tenemos en común, y era el pie perfecto para volver a pispear. Ya no estabas de novio, pero todavía creía que vivías demasiado lejos como para ser real, y que mi solicitud iba a ser tan random como molesta, me contuve unas cuantas veces más.
Pero tu nombre insistió.
Curiosamente, y entre todo esto que solamente se dibujó en mi cabeza, estaba de novia; aunque mucho más no voy a acotar al respecto, sobraría.
El tiempo hizo de las suyas y nos volvimos a cruzar. Resulta ser, que el universo tiene un sentido del humor tan agudo, que puso en nuestro camino a una persona de lo más detestable para dar pie a conocernos. Todavía no logro entender como, pero me inboxeaste, y no paramos de hablar por no recuerdo si fue uno o dos días, hasta que me animé a agregarte.
Lo que pasó desde ese día hasta hace unas tres semanas, lo puedo resumir en que nos hicimos amigos inseparables, unidos y muy muy apegados; hasta que se me chispoteó.
Se me chispoteó largarte todo lo que escribí de acá para atrás.Y no podrías haber estado más confundido, de hecho, lo seguís estando xD...
Es extraño, no podríamos ser más antagónicos. Lo particular, es que la antagónico que somos en algunas cuestiones es inversamente proporcional a lo idénticos que podemos llegar a ser; y lo que nos pasa en relación a eso, solamente lo entendemos vos y yo. Por mi parte, no puedo agregar más que lo que siento: Si me tuviese que escapar del mundo hoy, necesitaría aislarme con vos. Solo vos entendés y solo en vos confío mis cuestiones más oscuras.
De cualquier manera, después de interminables charlas, muchísimas peleas y desencuentros... ese ambiente de tensión e incertidumbre se relajó y empezó a fluir. Aveces siento que estoy forzando dos fichas de rompecabezas, de esas que uno cree que encajan perfectamente, pero al final iban con alguna otra (que podría estar perdida). Que en algún punto vos cedés ante mis caprichos, por que le aterra lastimarme y no sabés como manejar la situación sin correr el riesgo de hacerlo, que mientras armo alguna parte del rompecabezas de lo que te pasa conmigo, hay piezas que no iban, que faltan, que no voy a encontrar jamás. Pero no puedo evitar caer rendida.
En este último tiempo me dijiste un montón de cosas hermosas, dulces, que jamás pensé podrías a llegar a sentir para conmigo, al mismo tiempo, entiendo que no estoy en una posición demasiado distante de donde estaba hace dos semanas; aunque, un poco más cerca tuyo.
Y a esta altura no te tengo que explicar mis fantasías. Adoraría que tiñas mi verano de noches como la que ya sabés, de mágia, de vos... y de lo que voy a estar soñando, paciente, tranquila (como me enseñaste<3) y por sobre toda las cosas, en paz conmigo misma.
Pase lo que pase, terminemos como terminemos y haga lo que haga: Te pertenezco. Te adoro con cada parte de mi ser, por que mi corazón queda corto para un sentimiento tan avasallante y por sobre todas las cosas, me estás haciendo ser tan feliz como jamás lo fui.
Te quiero una barbaridad.
Sab